Estás al borde del precipicio y, frente a ti, una niebla densa. Tan densa que no llegas a intuir la longitud ni la profundidad del salto.
Y es más fuerte el viento que te empuja por la espalda que los cantos de sirena que atraviesan opacos la niebla.
Estás a punto de cambiar tu vida para siempre, y familia y amigos se han reunido para observar incrédulos como abandonas tierra firme, ajenos al viento que te impulsa hacia el precipicio.
Sonríe, porque necesitan tus ánimos para no añadir el peso de su preocupación a tu espalda. Y haz tuya esa sonrisa, porque cada empleado que subas a tus hombros durante el trayecto necesita verla cada día para no empezar a tambalearse sobre ti nervioso.
Y también necesitará verla y creérsela cada proveedor, cada inversor y cada potencial cliente así que no puede ser una máscara.
Pero nunca has estado más motivado. Porque en el aire se puede caer, pero tu vas a volar.
Y la adrenalina amordaza al miedo y, de pronto, la niebla es más atractiva que la luz que dejas atrás.
Tus 15 o 20 slides con el plan de negocio, la versión beta de la web y los primeros productos son sólo un fino hilo tendido al vacío sobre el que apoyarás un pie detrás de otro hasta que el capital de inversores o las primeras ventas se transformen en ladrillos efímeros bajo tus pies.
Y querrás ir más rápido, más lejos y más fuerte. Pero no olvides contar los ladrillos que vas pisando y los que te quedan por delante porque cada miembro del equipo, cada campaña y cada desarrollo harán que necesites más ladrillos por cada paso.
Los clientes son tu faro. Enamórate de tu producto, pero no demasiado, y ve en la dirección que te marquen los resultados mientras que la luz esté encendida.
Porque la luz del faro parpadea, y a veces se apagará durante tanto tiempo que te quedarás inmóvil, haciendo equilibrismos sobre los últimos ladrillos y casi sin respirar, atenazado por el peso que llevas sobre los hombros.
Entonces pivota. Date la vuelta y busca otro faro, por desviado que esté del que era tu camino. Probablemente tengas que deshacerte de algo de peso y replantear toda tu estrategia pero no pares nunca de caminar porque, como el Coyote, si te paras caerás en picado.
Esta es la mayor aventura que vas a vivir en tu vida y te va a transformar para siempre. Así que da el primer paso, porque el día en que la niebla comience a disiparse te darás cuenta de que cuando creías estar tambaleándote a ciegas, realmente, estabas volando.
Autora: Izanami Martínez, Co-Founder & CEO en Nonabox
Conoce el Programa de Emprendimiento Digital (50 horas) de The Valley Digital Business School.
