Los que seguimos la evolución de la Movilidad y en general del entorno digital, hace tiempo que venimos oyendo hablar de términos como convergencia, web responsiva, webs liquidas... Se habla mucho del futuro de las aplicaciones, del fin de la web y un sinfín de tópicos similares más. Se genera, como en tantas otras apariciones de nuevas tecnologías, un estado de ansiedad generalizado que deriva en la polarización y en la aparición de abanderados de diferentes posturas.
Pero mi bandera y la de muchos otros como yo siempre es la misma: somos tecnológicamente agnósticos.
Sin embargo, antes de tomar partido conviene un poco de perspectiva: realmente ¿de qué hablamos cuando hablamos de convergencia y diseño responsivo?¿qué es lo que nos aportan?
Hasta ahora, hemos tenido que hacer diferentes versiones de nuestros productos para adaptarnos a los diferentes dispositivos y plataformas. Esto ha supuesto, en muchos casos, tener que hacer grandes inversiones con el único objetivo de “estar donde hay que estar” o “estar el primero”.
Sin embargo, algunos avances tecnológicos hacen que ahora podamos abordar un solo diseño inteligente de modo que, siguiendo el principio “write once, run anywhere”, nuestras webs se adapten al dispositivo desde el cual accedamos (PC, Tablet, Smartphone, Connected TV).
Esto supone un cambio importante en todas las fases de un proyecto, pues hay que diseñar los productos pensando en móvil desde el inicio.
Apps vs convergencia
Desde el punto de vista del impacto que está teniendo, vemos como cada publisher está adoptando su propia estrategia. No obstante, la tendencia es evolucionar desde una apuesta única por desarrollos nativos y la distribución de contenidos a través de aplicaciones en las app stores, hacia la redefinición de los sites clásicos incorporando diseños responsivos. Esta evolución no es más que el fruto de la respuesta de los usuarios que, atendiendo a los datos, nos piden una experiencia consistente si queremos contar con su fidelidad a lo largo de los distintos momentos del día.
¿Significa esto un retroceso de las aplicaciones? De ninguna manera. Significa que los propietarios de los contenidos empiezan a racionalizar el uso de los diferentes canales de distribución, y también que empezamos a aprender a adaptarnos en función de las necesidades y de nuestra tipología de contenido. Y, muy especialmente, significa que se empiezan a analizar en detalle los retornos de las inversiones en desarrollos.
Entonces, ¿no hay que elegir entre desarrollar una aplicación o un site responsivo? No necesariamente. Es muy importante entender que el diseño responsivo no viene a competir con el universo de las aplicaciones sino a cambiar ciertas reglas del juego en el entorno online, ampliándolo y evolucionándolo. Por tanto, no hay una respuesta única sino que habremos de estudiar qué solución se adapta mejor a nuestras necesidades de producto. Incluso adoptar una estrategia de empleo de “lo mejor de cada casa”, combinando ambas. Y una buena prueba es la proliferación de productos llamados hybrid native, donde se combinan ambos lenguajes:
En definitiva, nos encontramos en un momento muy interesante, en el que se reduce aún más la tan artificial como delgada línea entre web y móvil, de ahí que hablemos de “convergencia”.
El paso desde la óptica tecnológica está dado, la adopción desde el punto de vista del producto, en marcha. La pregunta que surge ahora es, ¿qué impacto tendrá en los modelos de comercialización? Algunos, curiosamente muy grandes, ya han empezado a cambiar.
Autor: Javier Viroomal, Director of Mobility & Consumer Devices en Prisa Digital y Coordinador del Área de Especialización Digital Mobility en The Valley
Topics: Noticias, Mobile Web, Convergencia, Javier Viroomal, Entorno Digital, hybrid native, Aplicaciones, Web responsiva, Desarrollo, Web líquida, Newsletter, Movilidad